PLA son las siglas en inglés de Poly Lactic Acid. El material PLA se fabrica generalmente a partir de azúcares de maíz fermentados o remolacha, que luego se utilizan para fabricar este tipo de plástico con base biológica. Los plásticos PLA tienen características similares a los plásticos tradicionales de petróleo (PS, PP y PET), pero son considerablemente más ecológicos. Por poner un ejemplo, en la producción de PLA se utiliza menos energía y genera un 75% menos de gases de efecto invernadero que la producción de plásticos convencionales.

El bioplástico PLA es un material biodegradable y compostable, lo que significa que puede desecharse con los demás residuos orgánicos sin necesidad de reciclaje. Tiene infinidad de usos, no sólo para la fabricación de envases biodegradables, sino para usos tan diversos como el filamento plástico para las impresoras 3D o para fabricar material quirúrgico entre otros. La  obtención del bioplástico PLA deriva de las plantas y para ser ecológicamente responsables, estas plantas provienen siempre de cultivos de producción sostenible. Por tanto, hablamos de la fabricación de un bioplástico totalmente sostenible cuya producción implica una reducción muy considerable de las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Es un material muy versátil, lo podemos encontrar tanto en envases, como en decoración, además de posibles usos en el campo de la medicina como por ejemplo en la fabricación de implantes, tornillos, varillas para cirugías, etc.. Todavía no somos capaces de dimensionar las posibilidades de este material.

El motivo de tanta versatilidad es, sin duda, el conjunto de características que posee el PLA. Es impermeable, no absorbe olores ni sabores, se puede personalizar de forma sencilla, es ligero, resistente, y puede utilizarse para congelar alimentos o conservarlos en el frigorífico. Por el contrario, no resiste temperaturas por encima de los 40 grados.

Para ello existe un producto similar denominado CPLA: es la sigla con la que se indica el PLA Cristalizado. La cristalización es un proceso que permite convertir el PLA (originariamente amorfo) ser capaz de resistir temperaturas de hasta 85°C.

Si hay una ventaja del plástico PLA que hay que destacar por encima de otras, es su capacidad para biodegradarse en unos pocos meses. Teniendo en cuenta que los plásticos derivados del petróleo pueden tardar unos mil años en degradarse por completo, con el uso de los envases biodegradables PLA, en una instalación de compostaje industrial en condiciones óptimas (oxígeno, humedad y calor), el PLA se compostará completamente en aproximadamente de 8 a 12 semanas.

Además de las ventajas del bioplástico PLA ya comentadas tenemos que sumarle que es fácil de fabricar y tiene un coste de producción bajo. Además su procesamiento no genera altas cantidades de gases de efecto invernadero y los alimentos que contengan sus envases no cogen olor ni sabor adicional. Se conservan puros.