Desde el pasado mes de julio de 2021 el plástico de un solo uso está prohibido en toda la Unión Europea y el plástico no reutilizable está sujeto a nuevos impuestos. Estas son dos de las medidas con más impacto que han entrado en vigor en la nueva legislación sobre el plástico dentro del plan europeo.
La nueva legislación sobre el plástico forma parte del Pacto Verde Europeo de 2020, el cual se compromete a alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050. El pacto se enmarca dentro de una serie de acuerdos y estrategias para evolucionar hacia una economía circular real que se inició en el 2015 con el Plan de Acción para una economía circular.
En España, esta legislación entró en vigor el 3 de julio del 2021 con la Ley de Residuos y Suelos Contaminados. Con esta ley se pretende “regular la gestión de los residuos impulsando medidas que prevengan su generación y mitiguen los impactos adversos sobre la salud humana y el medio ambiente asociados a su generación y gestión”.
Dentro del proyecto Europeo hacia una economía circular se incluyen futuras directrices sobre el packaging, pero también se expande en otros ámbitos.
A partir del 1 de enero de 2023, todos los productos de plástico se cobrarán al consumidor o bien se deberán sustituir por alternativas reutilizables como plástico compostable, madera, papel o cartón.
En 2025 todas las botellas de PET (Tereftalato de polietileno) de menos de 3 litros deberán estar fabricadas con un mínimo de un 25% de plástico reciclado.
Para 2029 cada estado miembro tendrá que recuperar el 90% de las botellas de plástico. En 2025 el 25% del plástico de las botellas deberá ser reciclado y el 30% en 2030.
Algunos de los productos de plástico prohibidos desde el 3 de julio del 2021 son:
Los bastoncillos de algodón (salvo los sanitarios).
Platos y cubiertos en un solo uso.
Pajitas (salvo las sanitarias) y agitadores de bebidas.
Los recipientes para alimentos o bebidas hechos de poliestireno expandido.
Cualquier producto de plástico fabricado con plástico oxodegradable (Los plásticos oxodegradables son un material plástico que se degradan a la vista de cualquier persona pero que permanecen pequeñas partículas en suspensión. Estas partículas son nocivas para la salud y contaminan el medioambiente).
Los productos cosméticos y detergentes y limpiadores que contengan microesferas de plástico de menos de 5 milímetros añadidas deliberadamente.
Además de las prohibiciones, también existen reducciones de ciertos productos como recipientes para alimentos que se consuman de inmediato, in situ o para llevar; para alimentos consumidos en el propio recipiente; o para alimentos listos para consumir, que no requieran preparación.
El objetivo es conseguir en 2026 una reducción del 50% en peso, con respecto a 2022. Y una reducción del 70% en 2030.
Impuesto sobre el plástico
El impuesto afecta a los envases no reutilizables. Esto también incluye a todos aquellos envases compuestos por más de un material en los que también se encuentre el plástico. En estos casos, el impuesto se calcula en base a la cantidad de plástico que contenga.
Este impuesto afecta a la fabricación, importación y adquisición intracomunitaria. Por lo tanto, en cualquier caso es importante tener consciencia de la composición de cada producto.
El impuesto en envases de plástico no reutilizables es uno de los puntos más críticos de la normativa, pero puede reducirse si se utiliza un porcentaje de plástico reciclado.
Para fomentar su uso, no se aplicará el impuesto si el plástico utilizado es plástico reciclado. Eso sí, será necesario certificar el producto acorde a la norma UNE-EN 15343:2008 “Plásticos. Plásticos reciclados”.